El proyecto nace de la necesidad de recuperar el lugar como espacio público, dando una respuesta que respete y ponga en valor la identidad histórica de la Plaza de la Constitución. Se quiere transformar y reconocer la plaza como espacio público relevante que forma parte del patrimonio histórico y cultural del municipio de El Carpio.

La propuesta reconoce y resalta la colocación disonante de la iglesia respecto al tejido urbanístico del frente edificado de la plaza. Un pavimento formado por piezas modulares da continuidad en la dirección predominante de la plaza y pone en relieve la figura arquitectónica de la iglesia como accidente y elemento articulador de los diferentes espacios de la plaza.

Se busca relacionar los diferentes equipamientos que se encuentran en los alrededores de la Plaza de la Constitución. Un mismo pavimento pone en relación, el Palacio Ducal de el Carpio, el Ayuntamiento, la Torre de Garci Méndez, el Teatro Municipal y la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Este pavimento se conforma con el mismo material del mismo módulo, pero de menor tamaño que el general.

Así, se forma un conjunto unitario entre los distintos edificios singulares y la plaza, los diferentes pavimentos se superponen ofreciendo una superficie continua y compleja que integra los diferentes espacios y usos de la Plaza.

Tal y como demanda el Ayuntamiento, el proyecto integra el actual flujo de tráfico rodado dentro de la plaza y en las calles adyacentes, así como dota a la plaza de un aparcamiento subterráneo.

El aparcamiento tiene la entrada y la salida segregadas, hecho que evita la congestión y favorece la fluidez en las calles de acceso al aparcamiento. Los movimientos de entrada / salida no interfieren en el ámbito de la plaza.

La ubicación del aparcamiento permite conservar y reforzar la mayor parte del arbolado existente.  Poner árboles encima del aparcamiento crearía problemas a corto plazo. De esta forma se libera un espacio central en la Plaza de la Constitución.